Personas y vinos en el camino.
En nuestra segunda visita a Lisboa, hemos podido disfrutar del entorno cercano a la capital, ya que en esta ocasión contábamos con vehículo. Visitar diferentes pueblos y espacios en la zona permite conocer muchos vinos y entornos curiosos. Una de las curiosidades más interesantes fue descubrir el Jardim Oriental Bacalhoa Eden, un paseo para despertar los sentidos donde, en apenas unos metros viajabas de África a India pasando por Japón.
Pero, retomando el tema del que he venido a hablar, la salida del jardín tenía lugar por Loja Quinta dos Loridos, una tienda de los vinos que elaboran en su Adega junto al jardín. Pues solo decir que, de los vinos que catamos, encontramos varios bastantes interesantes, destacando el Chardonnay.
Sin embargo, el día nos deparaba algunas sorpresas más. Como era hora de comer, llegamos por casualidad a O Lagar, un restaurante donde su propietario Luis Francisco Louro nos sirvió con su peculiar humor portugués sin saber ni papa de español. Al final disfrutamos de una buena comida y nos dio la oportunidad de probar diferentes vinhos verdes.
Tras servir la carne, me ofreció y casi me obligó a tomar un vino tinto, Vale De Vila Reserva 2020.
Y es aquí donde enmarco el vino que del cual hablaré hoy, en su versión 2021, ya que, a pesar de costarme bastante conseguirlo, es el que había en el mercado.
Vale de Vila Reserva se presenta en una botella borgoña semi-ligera de color verde.
Su etiquetado está formado por un único cuerpo con papel de buena calidad, relieve en el nombre y el logotipo, mostrando unos detalles plateados con stamping. La imagen que ofrece resulta austera, seria y elegante, con una capsula negra mate sin más pretensiones que realizar su función de protección del corcho.
Al descorchar, nos encontramos en con un corcho 42/22 microgranulado con la impresión del nombre y simulaciones de vetas de corcho natural.
Notas de Cata
Vista
Se presenta un vino tinto de capa media-alta, con un vivo color rubí en los ribetes y un cuerpo picota. Muy buena limpidez, con brillo intenso que observamos con el reflejo de la luz solar (imagen). Alto contenido en glicerina con un lagrimeo fino e intenso producido por sus 14 grados.
Nariz
Aromas intensos y equilibrados a vainilla y frutos negros que se manifiestan desde el inicio con la copa parada. Se intuye una crianza muy bien ensamblada con maderas nobles y tostados medios. En agitación aumenta la complejidad de los aromas intensificando los aspectos de frutas maduras, moca y frutos secos dulces, tipo anacardo, sin desaparecer la suavidad de la vainilla.
Boca
Gusto extremadamente franco y aterciopelado con una acidez muy equilibrada. Paso por boca agradable, cálido y frutal, con una gran persistencia y un agradable recuerdo.
Después de las mil aventuras hasta conseguir hacerme con el vino, investigar dónde podía comprarlo, esperar a que saliera la nueva añada y poner en compromiso a alguna gente, puedo decir que ha merecido la pena. No siempre ocurre, ya que a veces es difícil mantener el perfil de los vinos, pero en esta ocasión este vino no ha defraudado a mis recuerdos ni a mis sentidos.
Vale de Vila se trata de un vino bivarietal de Touriga nacional y Touriga francesa de 14º, con una crianza en roble no definida en tiempo y que tiene un precio que oscila entre los 8.50 y 9 euros la botella. Un precio más que asequible para la experiencia que supone este vino.
Es un vino que no podemos adquirir en España y tan solo con la compra de cierta cantidad lo enviarían alguna de las garraferias portuguesas.
No puedo añadir mucha más información, ya que no he encontrado mucho sobre la bodega, dejo el enlace de Facebook, que ha sido la mayor fuente que he podido conseguir.
https://www.facebook.com/valedevilaefigueira/
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