Bodegas Izadi nace en 1987 en Villabuena de Álava, de la mano de Gonzalo Antón y de un grupo de amigos y empresarios vitorianos
Este Pueblo donde parte de la familia ya estaba vinculada al mundo de la viticultura, fue el elegido por Gonzalo Antón para la construcción de una bodega innovadora y enfocada a la elaboración de vinos de calidad. El amplio conocimiento sobre la hostelería y la restauración le lleva a concebir un vino, Izadi, que pronto se erige como uno de los más apreciados por el mundo de la gastronomía. A su vez, la incorporación de nuevas técnicas de elaboración y su gran afán de continua superación logran crear un estilo propio que se consolida a lo largo del tiempo.
En el año 2000, la incorporación a la empresa de su hijo, Lalo Antón, impulsa la comercialización en el exterior, así como la expansión de la empresa, que, bajo el nombre de Artevino, aborda los proyectos de Finca Villacreces (D.O. Ribera del Duero), Bodegas Vetus (D.O. Toro) y Orben (D.O.Ca. Rioja).
La apuesta por la calidad, la vinculación por la gastronomía y el apego a la tierra son los pilares fundamentales sobre los que se asienta Bodegas Izadi.
LA BODEGA:
Izadi significa naturaleza, por ello la bodega busca respetar al máximo el fruto que el entorno natural provee, integrando innovación y tradición en un edificio singular.
Arquitectónicamente, aprovecha un desnivel de 50 metros para utilizar la gravedad en la elaboración de sus vinos, dividiendo la bodega en cinco alturas distintas. Cada elemento está enfocado a mimar, en cada fase del proceso de elaboración, las características propias de la uva y así conservar su personalidad.
También dispone de un edificio social abierto al público con diferentes comedores, sala de reuniones y enotienda que acercan el mundo del vino y la gastronomía al visitante.
LOS VIÑEDOS:
Son 178 hectáreas, divididas en microparcelas que se encuentran situadas en el triángulo que forman los pueblos de Villabuena, Samaniego y Ábalos.
Son, apenas, un centenar de parcelas viejas orientadas al sur, amparadas por el especial microclima que predomina en Rioja Alavesa, en las que se siguen criterios de viticultura integrada, respetando al máximo las condiciones naturales del viñedo y del entorno., uno de los más privilegiados para el cultivo de la vid.
Estos viñedos, que rondan los cincuenta años de edad, están plantados sobre suelos pobres que proporcionan bajos rendimientos y uva pequeña pero de gran calidad, la cual representa la tipicidad propia de la zona y la variedad.
Fase Visual: La superficie es brillante y limpia. Su color es amarillo pálido y su aspecto cristalino y brillante.
Fase Olfativa: La primera impresión, a copa parada, es agradable y ligera con un aroma ligero a fruta. Cuando se agita el olor se intensifica y aparecen ciertas notas florales.
Fase Gustativa: En boca es muy agradable, con una apreciable acidez que le apporta frescura. El sabor recuerda a fruta fresca. Es armónico y largo en boca.
VALORACIÓN y CONCLUSIONES
Es un vino agradable con un buen equilibrio entre acidez y frescura. En cuanto a la relación calidad/precio, 6,95 €/botella, se encuentra en la linea de otros vinos de estas características. Mi valoración sobre 20 sería un 15.
Esta ha sido mi primera cata compartida y espero que sea la primera de muchas más.
Otro año mas nos ponemos a rebuscar u olisquear por mueble-bares, desvanes, almacenes y sótanos de sus casas en busca de botellas extraviadas, malqueridas y olvidadas. En este caso nuestro objetivo: Vinos de Rioja de la década de los 90. Es que los más viejos, se nos están acabando.
En este afán, conseguimos hacernos con un número suficiente de botellas de los años 90 de la DO Rioja, principalmente de bodegas prestigiosas ya en esa época y alguna que otra botella anecdótica de años anteriores, que me da pena hasta descorchar.
Así que ordenamos los vinos, de mas viejo a más joven, estrategia que en este tipo de vinos da mejor resultado, descorchamos las botellas, lo cual con algunas no resulta nada fácil (se nota que son años de apurar en los corchos), como siempre se introdujeron las botellas en sus fundas, para no dejarnos influenciar por su conocimiento, las dejamos que respirasen un rato y nos liamos a la tarea.
Alguno recordará esta bodega de corta trayectoria, sobre todo si se quedo sin cobrar su vino, como le ocurrió a varios.
El vino aparece muy evolucionado en color, con mucha acidez volátil y olor acrescente y a cueva en boca ácido y agrio, con ligera sensación dulce del alcohol.
Un vino con bastante intensidad colorante, evolucionado razonablemente y brillo escaso. Con aroma dulzón, con matices de azúcar caramelizada y regaliz y recuerdos a humedad y tierra mojada. En boca se muestra equilibrado, caliente, dulce y con cuerpo. Resulta bastante largo en boca con recuerdos de café y vainilla que dan impresión de buena madera de crianza.
Color bien conservado, manteniendo tono rojo. En nariz muy sucio al principio, recuerda olores a cuadra. Al agitar se abre a aromas más dulzones. En boca resulta equilibrado, caliente y con cuerpo; con un final de boca largo y recuerdos a café.
Color no intenso, pero conservado. No muy intenso en sus aromas, pero elegantes con toques lácteos y florales cuando se abre trás agitarlo. En boca no tiene mucho cuerpo, pero se conserva muy entero y con acidez, resultando un tanto “juvenil”.
A la vista, alta intensidad colorante manteniendo muy buena tonalidad. En nariz inicialmente humedad, para pasar a tonos de café y tostados. En boca se mantiene muy entero y con mucho cuerpo, resultando mas caliente que ácido con un final de boca de tanino dulce.
Color bastante evolucionado y con poco brillo. En nariz aparece dulce y rancio con recuerdos ajerezados que se trasmiten también luego en boca, recordando a brandys y vinos de Jerez. El conjunto resulta bastante agradable.
A la vista evolucionado y muy brillante. en nariz inicialmente algo neutro con recuerdos a bayeta mojada, luego al abrirse tras agitación aparecen aromas balsámicos, humo y tostados. En boca le falta algo de cuerpo, resultando caliente y con un final dulzón.
Mantiene muy bien su color, con alta intensidad colorante y mucho brillo, conservando tonalidad adecuada. En nariz aromas a fruta madura con toques de madera a tostados y chispa de mechero. En boca se muestra sabroso, entero y equilibrado, con mucho cuerpo y sensación alcohólica importante. Con un final de boca muy largo y agradable.
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Estos fueron los resultados obtenidos:
Ptos.
Marca
Bodega
Tipo
Añada
% Vol.
Población
Totales
Puesto
Valcor
Bodegas Valcor
Generico
1990
12,50%
El Cortijo
24
Añares
Bodegas Olarra
Generico
1990
12,50%
Logroño
24
Donato Guzmán
Donato Guzmán
Generico
1993
¿?
San Vicente de la Sonsierra
66
Solar Viejo
Bodegas Solar Viejo
Reserva
1994
12%
Laguardia
70
Graco Imperator
Bodegas Burgo Viejo
Crianza
1995
12,50%
Alfaro
93
3º
Longrande
Bodegas Abeica
Reserva
1996
13%
Abalos
97
2º
Viña Amezola
Bodegas Amezola de la Mora
Crianza
1997
12,50%
Torremontalvo
55
Burgo Viejo
Bodegas Burgo Viejo
Roble
1998
12,50%
Alfaro
41
Marqués de Carrión
Bodegas Marqués de Carrión
Reserva
1998
14%
Briones
110
1º
Resultados muy gratos para mi, ya que tanto el vino Marqués de Carrión, como el Graco Imperator, son obra mía en otros tiempos.
Al final y fuera de concurso, catamos estas otras excentricidades:
Un poco de espuma en el servicio, que desaparece inmediatamente, luego alguna burbuja suelta. Color amarillo dorado y aroma a levadura con acidez volátil alta y recuerdos como a cuero. En la boca sin burbuja y oxidado. Muerto total.
Los origenes de este Blog, se remontan al 21 de mayo de 2010, día de inaguración del Bodegón la Viga.
Un amplio local, situado en la céntrica calle Somosierra de Logroño, rodeado de bares de tapeo, que bajo la dirección de la consagrada cocinera Gema Gil García, antigua amiga de correrías universitarias, venía a aportar un nuevo aire en el maridaje entre el pincho tradicional riojano y las más frescas tendencias en vinos de Rioja.
Un bar pensado para degustar pinchos, raciones, etc; tanto tradicionales como modernos. Regado con novedosos vinos en atrevidas combinaciones, en un ambiente amigable, distendido y multigeneracional, amenizado con buena música y en el que uno se sentía como en casa.
El día de su inaguración, en el fragor de la batalla, además de su actividad habitual decidimos la realización de de catas temáticas, con aforo limitado, en las que que se conjuntarán el muestrario de vinos de bodegas selecciondas con platos y tapas elaborados por nuestra genial cocinera GGG.
Así nació este blog, con el objetivo de narrar, comentar y criticar si es preciso lo acontecido en dichas catas. Eso sí. Sólo, para mentes abiertas.
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Cata Lírica – 25 de Agosto de 2010
En esta primera ocasión degustamos los vinos de Bodegas Fernández Eguiluz, tradicional bodega familiar ubicada en el municipio de Abalos que comercializa sus vinos bajo la marca “Peña la Rosa”. Cada uno de los vinos, se sirvió acompañado de la tapa maridada por Gema para la ocasión.
La ambientación musical fué la parte fuerte y más novedosa de esta cata, música en directo de violonchelo y canción lírica protagonizada por el duo: PIU CANTABILE.
El aforo fué completo en la calurosa noche del 25 de Agosto en el Bodegón La Viga. Según lo previsto, con muy buen ambiente y armonia se desarrollo la cata comentada de los vinos de la Bodegas Fernández Eguiluz de Abalos, vinos todos ellos comercializados bajo su marca Peña la Rosa.
Pudimos degustar Blanco Viura de corte moderno, fresco y aromático; un tradicional maceración carbónica de la Sonsierra, goloso y fácil y finalmente su vino estrella, un 2005 Vendimia Selecionada del que se embotellaron 8000 botellas exclusivas, con las que a poco acabamos.
No con las 8.000 botellas, me refiero a que vi alguna numerada con el siete mil novecientos y pico.
Se trata de una selección de antiguas parcelas de la localidad de Abalos, elaboradas en maceración carbónica y criado 18 meses en diferentes robles de distintas edades con largo afinado en botella. Un vino complejo, de nariz evolutiva interesante y con gran frutosidad en boca y suave sensación tánica. Un vino en linea de vino de autor, pero con un final tradicional.
Todo ello acompañado con las exquisitas tapas preparadas por Gema para estos vinos y las canciones alegóricas al buen comer y beber que nos regaló el duo PIU CANTABILE.
Allí estuvo, como no, OENOPEDION, así fué y así se lo mostramos.
CRONICAS DE LA VIGA
Después del estreno de las actividades enológicas en el Bodegón La Viga, dio paso a una serie de catas de iniciación, con el objetivo de aprender a valorar un vino en su justa medida de una forma sencilla, técnica y adecuada.
Observamos rituales y pautas de conducta, parámetros a tener en cuenta, vocabulario y conclusiones finales sobre cada vino en concreto. Luego ese vino podrá gustar o no, pero ese es otro cantar.
La idea catar varios vinos claramente diferenciales, de diferentes zonas y bodegas, orientado a establecer los criterios básicos de valoración e ir adquiriendo cultura vitivinícola.
Todo ello en un ambiente amigable y distendido, con el acompañamiento de las tapas que Gema nos preparó para la ocasión.
Primeros Principios – Domingo 7 Noviembre 21:30 horas
Primer paso:
Será completamente imprescindible abrir la botella …..
Quien sabe degustar no bebe jamás el vino, sino que degusta secretos. Salvador Dalí.
Para conocer el origen y la calidad del vino no hay necesidad de beber todo el barril. Oscar Wilde.
El vino tórnase bueno cuando resultaba nuevo, duro y áspero, pero se sostiene aquel vino que ya en el lagar era agradable. Séneca.
Nada puede ser más frecuente que un vaso de vino ocasional. Dicho popular.
Agradable ambiente y buen rollo en el transcurso de esta primera velada de cata de guerrilla organizada por:
Contando con la presencia de las bodegas representadas, habituales, aficionados y algun que otro aventurero, se cataron los los vinos previstos, se afianzaron algunos términos y conocimientos y finalmente la sorpresa, el plato preparado para maridar con el último vino:
“Bacalao de faroe con escabeche de cebolleta caramelizada”
Plato y vino que entusiasmaron al personal y pasarán a la carta del establecimiento.
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Para finalizar realizaremos un maridaje con el crianza 2005 de Bodegas Gregorio Martínez y Bodegón la Viga, mientrás disfrutamos del vino, las viandas y la vida.
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Finalmente en distendido ambiente, se tomaron unos últimos vinos mientras nos conocíamos los asistentes, se aclaraban dudas de los más tímidos, se comentaba el acto y se proyectaban otros nuevos.
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Requiescat in pace
En fin, que comentar al respecto, linda y efímera la historia del Bodegón La Viga. Nos quedan los vinos catados, los allí conocidos y hallados, muy buenas tapas y muchas risas. Pero aquello se acabo hace tiempo y su propietaria sigue ahora otros derroteros.
No obstante, estaba pensando en crear un espacio para colgar las catas semanales que realizo con mis alumnos de 2º del ciclo de Formación Profesional de grado superior de Vitivinicultura, pero por que crear otro, este está bien y se hizo con ilusión cuando se creo, así que seguiré utilizándolo, si bien a partir de ahora pasaré a comentar en el las susodichas catas.
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