Ha llegado el miércoles, y esta vez es la hora de catar los txakolís, esos vinos blancos tan característicos y peculiares en el País Vasco. He querido preparar una cata entretenida
Viñedos de Getaria, emparrados altos en pendientes escarpados
escogiendo chacolís de distintas denominaciones y territorios. Pero antes de hablar sobre la cata, vamos a informarnos mas sobre el txakolí.
¿Que es el txakolí?
El txakolí, txakolina o chacolí es un vino blanco, joven y afrutado con una leve acidez característica que se elabora mayoritariamente con la variedad Hondarribi Zuri (autoctona del Pais Vasco). Es un vino diferenciado que se caracteriza por su sabor afrutado y aromas a citrico, herbaceos y florales. Tiene una graduación moderada (10º-12º). Se sirve fresco y en ocasiones se suele escanciar, ya que al servirlo desprende una pequeña aguja de carbónico que esta muy bien integrado en el producto.
Hay que resaltar que en pocos años el chacolí ha evolucionado mucho por la ayuda de las tecnologías y técnicas modernas. Antiguamente, era una bebida que se fermentaba en barricas viejas de roble y se elaboraba en caseríos de País Vasco, Burgos y Cantabria. Se consumía localmente y se utilizaba como objeto de cambio entre los vecinos. Hoy en día, han consegido tener un producto mas logrado y de mas calidad. Para saber mas sobre el txakolí, podeis descargaros mi presentacion del “Txakoli”.
Según la cata que realizamos sobre los distintos txacolís, estos fueron los resultados y las conclusiones. La cata se realizó sobre cuatro txacolís blancos de las D.O. Álava, D.O. Guetaria, D.O. Bizkaiko txacolina, y chacolí de Miranda de Ebro, (Me hubiera gustado poder presentar alguno de Cantabria pero fue imposible conseguir ninguno) también se cató un rosado con mitad de variedad Hondarribi Zuri y Beltza de D.O. Guetaria y un tinto con un 65% de Pinot Noir y 35% Hondarribi Beltza (Me hubiera gustado conseguir un chacolí sólo de Beltza, pero no encontré a pesar de buscar por internet, varios pueblos de la zona de Guetaria, etc…) de la D.O.Bizkaiko txacolina, de los cuales sólo se puntuaron los cuatro blancos. En la cata se puntuó del 1 al 4, y por ocho personas, resultando los ganadores el Chacolín Con CH 2015 de Miranda de Ebro y Txacolí Gurrutxaga (Mendexa) de la D.O. Bizkaiko txacolina, también hay que decir que el Txacolí Bengoetxe Ecológico (Olaberría), no participó en las mismas condiciones ya que debido a un fallo la botella que se cató pertenecía a la añada de 2013, por lo que no estaba correctamente, de no haber sufrido este percance probablemente su puntuación hubiera sido bastante mejor, intentaré repetirla en igualdad de condiciones de todas las botellas con las añadas del 2016.
Sobre los precios, todos rondaron los 6 Euros, excepto Txakoli Eklipse, que hubo que adquirirlo en un restaurante a 25 Euros.
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