Cierro la ronda de catas con la Denominación de Origen Vinos de Toro (enlace a mi presentación aquí →VINOS TORO Cristina MG).

Toro es una denominación situada al sureste de Zamora y suroeste de Valladolid. Comprende parte de las comarcas naturales de Tierra del Vino, Valle del Guareña y Tierra del Toro. Actualmente cuenta con una extensión de unas 62000Ha, de las que se destinan a viñedo unas 8000Ha.mapa_do_toro

En cuanto al clima de esta zona, es un clima continental y extremado con influencias atlánticas de carácter árido. Hay que tener en cuenta que Toro se encuentra quizás algo más baja que sus alrededores, pero dentro de toda esta zona montañosa.mapa-fisico

Las precipitaciones son de 350 a 400mm anuales, la temperatura media anual de 12-13ºC y las horas de sol efectivas rondan las 2600, incluso hasta 3000. Esto hace que el ciclo vegetativo de la vid sea de unos 230 días.

Los viñedos tienen una altitud de entre los 620m y los 750m y son suelos pertenecientes en su mayoría a la Era Terciaria, aunque también hay de la Cuaternaria.

Dentro de los suelos se diferencian hasta ocho tipos:

  1. Suelo cuaternario, con canto rodado y arena
  2. Suelo terciario, arena y grava
  3. Suelo cuaternario, arcillo-limoarenoso (igual parecido al de aquí) y arcillo-limopedregoso
  4. Suelo terciario, franco-arenoso
  5. Suelo terciario, arcilloso
  6. Suelo terciario, áspero franco-arenoso
  7. Suelo cuaternario, cascajo y arena y terciario, de canto rodado y arena
  8. Suelo terciario, areno-arcilloso

 

Sobre la historia de la D.O. Toro, decir que son vinos de una gran tradición, según cuentan, tienen su origen antes incluso que el asentamiento de los romanos.

En la Edad Media eran considerados como productos con mucha reputación, y por eso les fueron concedidos privilegios reales que les permitían su venta en ciudades en las que no permitían la comercialización de algunos otros vinos. Con esto consiguieron que estos vinos se introdujeran en muchas bodegas de familias reales y navíos que más tarde alcanzarían tierras del denominado Nuevo Mundo.

En el siglo XIX, tras la filoxera, a Francia le hacía falta suplir toda la cantidad de vino que había perdido por esta plaga, y desde Toro se exportaron grandes sumas de sus vinos.

Después en el siglo XX, por los años 70, se dieron los primeros pasos para crear lo que llegaría a ser la DO Toro, la cual culminó en 1987. Aunque también hay datos que recogen que la primera mención de esta DO fue en 1932 en un Decreto de la II República.

A día de hoy, su Consejo Regulador cuenta con 60 bodegas, 5376 Ha registradas y 1019 viticultores inscritos. Además, es una zona que en las últimas décadas ha ido ganando bastante protagonismo, tanto nacional como internacionalmente.

Su producción se realiza toda como aquí en Rioja, bajo la rigurosa normativa del consejo regulador, el cual vela por que se cumplan todas las normas establecidas desde la plantación hasta la comercialización del producto pasando por todas las prácticas que esto conlleva.

Los vinos más elaborados en esta zona son los tintos, y concretamente, los más populares son los hechos con la variedad Tinta de Toro. Realizan vinos con uva despalillada o con maceración carbónica. Y se dividen entre jóvenes, jóvenes roble, crianzas, reservas y grandes reservas.

También elaboran blancos con maceraciones cortas en frío y fermentación a baja temperatura; y rosados por sangrado con estas mismas técnicas para mantener todo el potencial aromático posibles de sus variedades.

Es una zona donde se fomenta la plantación de las variedades autóctonas. Dentro de estas variedades se encuentran:

  • TINTA DE TORO: Es la variedad autóctona por excelencia, se cree que fue introducida posiblemente por los romanos, ya que existen documentos que reconocen el cultivo de la vid en esas épocas. Es un tipo de tempranillo. Tiene una maduración temprana-media, racimos concentrados de tamaño medio, con hollejo grueso de color azul-violáceo oscuro. Aportan color, aroma a frutas rojas y volumen.
  • GARNACHA: Más conocida en nuestra zona, denominada también como tinto aragonés de donde procede y fue traída por los fenicios y griegos hasta Toro. Tiene una maduración más tardía, racimos medios y de habitual corrimiento. Hollejo fino de color azul-rojizo y aporta aromas sutiles de la variedad y cremosidad.
  • VERDEJO: Implantada en esta zona por los mozárabes, que la trajeron desde Algaida (norte África). Tiene racimos pequeños, con hollejo grueso de color verde. Aportan muchos aromas y destaca el de almendra amarga, también les da cuerpo y suavidad.
  • MALVASÍA: Introducida por los almogávares desde Grecia, se plantaban con gran eficacia, aunque no se obtiene demasiada producción de ellas. Racimos grandes poco compactados, con uvas de hollejo fino y color verde amarillento. Da mucho dulzor y aromas frutales. Suelen ser vinos alcohólicos y de buena acidez.

 

Cata: para esta ocasión he escogido un total de seis vinos. Como vi que había varios jóvenes de la cosecha de 2018, me decanté por coger la mitad de estos. De los otros tres, dos crianzas, 2015 y 2016, y un reserva 2012 con los que poder hacer comparación de evolución del vino, ya que eran todos del mismo tipo de uva; la característica Tinta de Toro (o tempranillo). Los vinos fueron los siguientes:

VISTA OLFATO BOCA
1 Menos intensidad que el resto. Mayor brillo. Muchos azules. Muy frutal, a frutas maduras y rojas. Aroma muy intenso y agradable. Se parece más a los de Rioja. Sale alguna nota balsámica. Se nota el grado con calor en la boca. Esta equilibrado acidez-alcohol. Se nota que tiene grado. Tiene mucho sabor a las frutas que se han olido. Al final de boca tiene algo de tanino, que no resulta fuerte, aunque deje algo de amargor. Da sensación de buenas uvas maduras. Ha gustado bastante.
2 Coloración con más azules. Parece más joven A copa parada tiene más aromas verdosos, herbáceos. Parece que va a ser un vino más duro que el anterior. Al agitar se abre más y parece más frutal y algo balsámico. Acido, tanino muy marcado que se engancha. Al final de boca también resulta astringente.

Le hubiese venido bien algo de madera.

3 Segunda intensidad más alta, pero menos evolucionado. Parece más juvenil Menor intensidad, pero parecido al primero. Tiene notas más balsámicas. Es muy penetrante. Al agitar se mantiene, no se intensifica. Puede recordar al olor de las orujas. Sensación dulce del alcohol y algo amarga que se amplifica a media boca. En sensación global es positivo, pero tiene algo de tanino.
4 Intensidad colorante más alta. Igual algo más evolucionado que los otros. Fruta madura. Huele a madera algo vieja, tiene un herbáceo penetrante que incluso puede ser algo picante como azufrado. Algo plano al principio. Tiene cantidad de tanino, pero dulzón, bien incorporado. Buen sabor. No se nota nada la acidez, más que para mantener el alcohol y la madurez. Esta mejor en boca que en nariz.
5 Menos intensidad en comparación con los demás. Mayor brillo. Parecido al cuatro. Por un lado, tiene el aroma a fruta madura y por otro a pólvora. Quizás algo más intenso este último. Tiene menos cuerpo que el anterior, y resalta algo más el tanino. Es ligero y su tanino es más verdoso.
6 También intensidad muy alta. Tonalidad más evolucionada, se puede intuir que es el reserva porque sabemos los tipos de vinos presente, pero aun así tiene muchos azules. Huele muy dulce, fruta muy madura, membrillo. Muy equilibrado, resulta casi dulce. Sabe a lo que huele. Es gordito. Igual un poco plano, con grado, dulzón. Tanino muy dulce y domado, trabajado en madera. Es un vino muy comercial.

Puntuaciones:

PUNTOS 1 2 3 4 5 6
Jóven Colegiata 2018 Jóven Peñamonte 2018 Jóven Matsu “el Picaro” 2018 Crianza Matsu “el Recio” 2016 Crianza Bajoz 2015 Reserva Dama de Toro

2012

Catador 1 6 1 2 4 3 5
Catador 2 5 1 2 6 3 4
Catador 3 5 1 2 6 4 3
Catador 4 6 1 2 4 3 5
Catador 5 4 1 2 6 3 5
Catador 6 2 1 5 6 3 4
Catador 7 6 1 2 4 3 5
TOTAL 34 7 17 36 22 31