Las celebraciones navideñas siempre vienen acompañadas de la degustación de grandes comidas y vinos. Aunque tristemente ya han finalizado, y es hora de volver a la realidad del trabajo y los estudios, no todo son malas noticias…. quedan todas esas botellas de vino que se han quedado sin beber! Es el caso de esta botella, Hacienda de Arínzano Tinto 2018 que llego a mi casa gracias al aguinaldo de una tía, y que voy a utilizar para ésta mi primera cata individual.
Propiedad Arínzano
Es producido por Propiedad de Arínzano, los primero en recibir la denominación de Vino de Pago en el norte de España. Situada en el valle del río Ega en la comunidad foral de Navarra, entre bosques de encinas y choperas, es un espacio protegido con un microclima exclusivo y una geología compleja, donde las variedades han sido plantadas cuidadosamente pensando en las capacidades del terruño para producir vinos con un carácter singular y de máxima calidad.
Los primeros vinos producidos en la propiedad abastecieron a los peregrinos del Camino de Santiago y se remontan a 1055. La finca posee una fortificación y una Torre de Armas del siglo XVI, un caserón del siglo XVIII y una pequeña iglesia neoclásica del XIX. La filoxerá arraso los viñedos y tuvo que pasar más de un siglo hasta que en 1988 volviera a plantarse la propiedad. Se encargo la nueva bodega y la entrada a la finca, nueva identidad de marca, al arquitecto Moneo, añadiendo aun más riqueza al gran valor arquitectónico y artístico que ya posee la finca. Sin duda la idea de una visita a la bodega y sus parajes resulta muy tentadora!
Notas Técnias – Hacienda de Arínzano Tinto 2018
Denominación de Origen: D.O. Pago de Arínzano.
Variedades: Tempranillo 85%, Merlot 10%, Cabernet Sauvignon 5%.
Graduación: 14.5% Vol.
Suelos: Poco profundos y, en su mayoría, de origen terciario, con proporciones variables de limos, margas, arcilla y degradación de roca calizo-calcárea.
Viticultura: Busca uva más pequeña, con excelente concentración y calidad. Viticultura Sostenible.
Añada: Invierno seco y templado, primavera y verano cálidos y húmedos. Duración del ciclo vegetativo corto, con maduración ligeramente adelantada y un rendimiento por hectárea medio-bajo de 3.000 kg/ha.
Elaboración: Tratamiento artesanal, con las técnicas más avanzadas. Con un envejecimiento de 14 meses de crianza en barrica de roble francés – 40% en barricas nueva y el 60% restante en barrica de segundo vino.
Notas de Cata – Hacienda de Arínzano Tinto 2018
Botella bordelesa-troncónica, hombros ligeramente ensanchados, con un peso considerable y una gran sensación de robustez. Aporta sensaciones de calidad y seguridad. El corcho es natural y de buena calidad también. Customizado con elegancia para incrementar el valor de la marca.
La etiqueta transmite sensaciones muy parecidas, es seria y elegante. El diseño es tradicional, pero con un toque minimalista que le aporta modernidad. Además en la contraetiqueta se incluye mucha información.
Fase visual
El color presenta una tonalidad granate rojizo, de intensidad media-alta, y con toques rubí en el ribete. Se observa limpio y brillante, aunque algo el brillo parece algo cansado. En copa se presenta fluido y las lágrimas no son muy densas.
Fase olfativa
Con la copa parada los aromas se perciben intensos y equilibrados, con notas a frutas maduras y roble. Muy atractivos y tentadores.
Al poner la copa en movimiento, mediante agitación suave, para favorecer el desarrollo de los aromas menos volátiles, se recalca de nuevo su buena calidad aromática y gran equilibrio. Se perciben notas a cerezas y ciruelas rojas, aunque ya no tan maduras como antes. El roble se percibe intenso y dulce, pero muy bien equilibrado, para nada excesivo.
Los aromas son bastante varietales, posee la frescura del Tempranillo y la madurez que aportan las notas a ciruela del Merlot, o incluso el casis del Cabernet Sauvignon. Tampoco puede descartarse el gran impacto de los aromas terciarios por crianza en barrica, el roble predomina con notas tostadas y especiadas, a canela y pimienta.
Fase gustativa
En boca no es lo esperado, el dulzor y la fruta percibidos en los aromas es prácticamente inexistente, la acidez y la astringencia lo enmascaran casi por completo. Carece del cuerpo esperado y casi no puede notarse el alcohol, aunque tiene un 14,5%, por lo que la sensación en boca es algo plana.
El retrogusto sigue dominado por la acidez y, sobre todo, por la astringencia sin ningún recuerdo de frutas maduras. Aún así, es fácil de beber y posee cierto equilibrio, aunque se percibe como algo técnico en vez de sensorial. La sensación que transmite es algo cansada, como si la fruta hubiese desaparecido.
Conclusion
Algo decepcionante tras las muy altas expectativas, en mi opinión el sabor de este vino no esta a la altura del resto de sus atributos. Además su precio es bastante elevado, al rededor de 17€.
Puedo imaginar que es un vino que funciona bien con carnes y pastas, capaces de equilibrar la acidez y la astringencia, pero no lo recomendaría para su degustación en solitario.
¿Quizá se ha producido algún problema durante el transporte o el almacenamiento de la botella?
Realmente me sorprende la falta de calidad en el sabor de esta botella, especialmente al tratarse de un Vino de Pago. Si alguno de vosotros ha probado este vino y puede ayudarme a aclarar mis dudas sería de gran ayuda. ¡Gracias!
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