He seleccionado un vino de la bodega VIÑA IJALBA (https://ijalba.com/bodega/es) situada en Logroño, concretamente en la entrada a Logroño por la carretera nacional procedente de Pamplona. Esta bodega, fundada por Dionisio Ruiz Ijalba en 1991, es una bodega familiar que conjuga la calidad de sus vinos respetando la historia y el medio ambiente, fue pionera en el cultivo ecológico de sus viñedos combinándolo con técnicas tradicionales de Rioja.
A pesar de estar situada a tan solo unos 15 km de mi lugar de residencia y haber pasado por delante de la puerta de esta bodega millones y millones de veces no había tenido el gusto de conocerla hasta el invierno pasado, momento en el que pude disfrutar junto con unos amigos de Pamplona de una visita guiada y una cata de sus vinos. A veces conocemos lo más exótico y lugares más lejanos y nos olvidamos de lo más cercano y tradicional por tenerlo tan cerca.
En dicha visita, como suele ser costumbre en mi familia, aprovechamos para comprar varias botellas de vino entre las que se encontraban algunos vinos monovarietales y una botella de crianza, que es la que he seleccionado para catar en esta práctica: IJALBA CRIANZA 2019 (https://ijalba.com/vinos/clasicos/crianza/9/es).
Se trata de un vino tinto crianza de la cosecha 2019 de la DOCa RIOJA, con un coste de 11,80€, para cuya elaboración se han seleccionado las variedades y procesos que se describen a continuación:
CEPAJE: Se trata de un vino tinto elaborado con 90% de la variedad tempranillo y 10% de graciano procedentes de una selección de viñedos de San Vicente de la Sonsierra y de Viana, viñedos cultivados sobre suelos pobres, de producciones escasas, con técnicas ecológicas que aplicadas a la viticultura.
ELABORACIÓN Y CRIANZA: Fermentación con levaduras indígenas durante 15 días. Posterior crianza en barrica de roble americano durante 12 meses. Estabilización natural y filtración por placas de celulosa. Crianza en botella de 12 meses.
ANÁLISIS QUÍMICO: Como resultado de los análisis, sabemos que tiene una graduación en alcohol de 14º, contiene sulfitos (58 mg/l SO2) y un índice de polifenoles totales de 55.
PRESENTACIÓN Y DESCORCHE: Al realizar el descorche, hemos medido la temperatura del vino, que se encontraba reposando en la estantería de nuestro “txoko” o merendero, el termómetro indica 16,4 ºC. La botella utilizada por la bodega para conservar este vino es tipo bordelesa de 75 cl. y el tapón es de corcho natural, se encuentra en buen estado de conservación y no se observa ninguna anomalía ni en la botella, ni en el corcho. En la contra-etiqueta podemos observar que se trata de un vino ecológico por el sello, vegano, que pertenece a la Asociación de Bodegas Familiares de Rioja y que su crianza en botella es de 12 meses, 6 meses por encima de lo que obliga la Denominación, lo que también nos indica que su envejecimiento en botella se puede prolongar por más tiempo. La etiqueta de la botella muestra elegancia y finura, esmerado diseño de la misma, que se identifica con la colección de vinos tintos que vende la bodega.
NOTAS DE CATA: A continuación, ayudándonos de la ficha de cata Castell nueva, hemos ido anotando las siguientes notas de cata:
Examen visual: Apreciamos un vino tinto de color rojo rubí intenso tirando a granate, lo que ya nos indica que tiene capa alta, es brillante y deja lágrima en la copa debido a la presencia de glicerina, indicando que es un vino que tiene cuerpo.
Examen olfativo: La primera impresión, con copa parada, es agradable, aroma intenso y distinguido destacando el carácter afrutado, nos recuerda a las frutas rojas maduras como la cereza o la frambuesa. Cuando agitamos la copa, se entremezclan los aromas lácteos tipo yogur y la vainilla. Se puede añadir que el aroma perdura, tiene larga duración.
Examen gustativo: Con una primera pequeña cantidad en boca, la primera impresión es atractiva y de un vino complejo, que origina las siguientes sensaciones: es seco en cuanto al dulzor, aterciopelado y con una acidez justa que le proporciona frescor. Su potencia alcohólica es generosa y en cuanto al nivel de taninos podemos decir que está equilibrado proporcionando algo de astringencia, pero sin dejar de ser un vino aterciopelado y agradable en boca. En cuanto a los aromas que nos evoca retronasalmente destaca nuevamente la naturaleza afrutada y los aromas lácteos a yogur, también se distingue algo de aroma a mineral y a cacao puro tostado, lo que le proporciona carácter y personalidad a este vino.
CONCLUSIÓN DE LA CATA: Es un vino crianza con personalidad en cuanto al bouquet con aromas a cacao tostado, que lo he puntuado con 17 puntos sobre 20. Se trata de un vino que no ha perdido los aromas primarios a pesar de tener 12 meses de crianza en barrica y 12 meses de crianza en botella, destacando los aromas a frutas rojas maduras combinadas con vainilla. Es un vino de capa media alta, rojo rubí intenso tirando a granate, algo astringente en boca y con el aporte de acidez adecuado, proporcionándole frescor. Potencia alcohólica generosa y agradable.
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