Nos encontramos con un vino joven roble del año 2022 de una bodega pequeña, familiar y por tanto, de producción pequeña.

La botella utilizada es una botella bordelesa común. La etiqueta cuenta con una imagen que representa una hoja de vid en colores llamativos. Es una imagen clásica, pero los colores me llaman la atención y le dan un toque de viveza.

Abrimos la botella y observamos un corcho aglomerado pero bastante aceptable, podríamos decir que de buena calidad.

Lo echamos en la copa y nos encontramos en la fase visual unos tonos rojos tirando a violetas indicándonos la juventud del vino.

Es un vino limpio y con una brillantez alta.

En la fase olfativa recuerda mucho a fruta negra, ligeros toques tostados de madera pero muy suaves, no muy intenso, complejo en aromas pero equilibrado.

En boca me resulta un vino fiel a lo que percibimos en la nariz, redondo, persistente, un poco corto a lo mejor, con la retronasal recordando a esas frutas negras con un final de boca que deja un tanino suave. Me resulta un vino fresco y fácil de beber.

Es un vino de 8,50 € joven roble de la denominación de origen Ribera del Duero. Me parece un vino bastante correcto, 100% tempranillo un vino fácil de beber, fresco aunque para mi gusto en boca se queda un poco corto pero es un vino más que aceptable para cualquier chateo y está en muy alto nivel en vinos de su rango de precio.

Yo le daría un 8 sobre 10. Gran vino elaborado por Pedro en un entorno familiar y respetando totalmente todo lo que la variedad tempranillo le otorga.

Como soy nueva en el mundo de la Cata, me gustaría conocer tu opinión, ¡¡¡¡TE ANIMAS!!!