Bueno hay va la tercera entrega del Marathón de Cervezas 2015, se ha hecho esperar, pero es que ha habido mucho vino por medio.
En esta tercera y última parte, colocaremos un grupo variopinto de cervezas; algunas cervezas alemanas de prestigio, algunos ejemplares curiosos y las cervezas elaboradas por nuestros aficionados más destacados.
Para ver el resto de cervezas de la cata, os emplazo a los siguientes enlaces:
Marathón de la Cerveza. Parte I
Marathón de la Cerveza. Parte II
Vamos a ver que ocurrió con esta tercera tanda:
PERLENBACHER
Habíamos oído hablar de esta pils. Es una rubia clara, muy clara. Sigue la Ley de la Pureza Alemana (Reinheitsgebot), así que no debe tener adjuntos… pero tampoco muchas maltas. Las justas para que llegue al 4,9% Vol.
En boca ninguna sorpresa, en su sabor dulce se aprecia bien la malta de cebada entre la cual se introducen notas de pan y cereales, con un trago robusto, en absoluto aguado. Se encuentran notas de limón bastante moderadas que ganan algo de fuerza hacia el final mientras el dulzor va siendo moldeado por el lúpulo floral, compensándolo con un cierto amargor que junto con la acidez forma un frente común contra este, a lo que se suma un mínimo regusto metálico, pero nada molesto. No es una cerveza maravillosa ni mucho menos, pero en mi opinión es más que aceptable y, eso sí, calidad-precio inmejorable.
DAS HELLE
Schwaben Bräu tiene una amplia gama de cervezas de tapón metálico de cierre hermético. La Das Helle tiene una simple pero efectiva presentación de su etiqueta, con letras doradas y un caballero posando con una lager en la mano. En la parte inferior cierra la imagen lo que parece el eslogan de la cerveza: “Das bier für jeden tag”, que viene a significar “La cerveza de todos los días”.
Una vez en el vaso cobra muy buena presencia, con un color amarillo dorado lleno de burbujas que suben a la superficie, y una espuma blanca, esponjosa y duradera. Todo el aspecto de una buena lager que se mantiene. Aunque su aroma no toma mucha presencia, deja entrever un toque maltoso y herbal. Su sabor es dulce, entre cítrico y acaramelado, que atraviesa la garganta dejando tras de sí una sensación refrescante y un final bastante amargo. El proceso se vuelve a repetir a cada trago, sin perder cualidades ni sorprender con nuevos detalles.
DAS SCHWARZE
Cerveza alemana lager negra de color café muy oscuro, con espuma color crema, porosa, ligera y poco persistente que no deja marca en la copa. Su nombre, Das Schwarze, se traduce literalmente por La Negra, sin más complicaciones. La botella en vidrio marrón muy oscuro casi negro, con capacidad para medio litro de cerveza y con cierre hermético con brida.
Manifiesto aroma a pastillas Juanola, con fondo un poco dulzón y de malta tostada. Sabor dominante a regaliz pero la de puromoro, un poco a café amargo, con una entrada ácida-dulce, pero muy sutil, siguiendo con un toque picante para finalizar con una ligera amargura, dejando un postgusto amargo poco persistente. Carbónico bien presente, sin embargo no se aprecia el alcohol. Me resulta refrescante y muy ligera.
KASTEEL
La cerveza Kasteel Rouge es una mezcla de la cerveza Kasteel Donker y el licor de cerezas, que se utiliza en confitería. La mezcla de estos dos excelentes productos da como resultado una cerveza excepcional. Una cerveza predominantemente dulce con reminiscencias de la negra original.
IPA (DOBLE AMARGO)
La IPA, sigla de India Pale Ale, refiere a uno de los estilos de cerveza más conocidos mundialmente. A mediados de siglo XIX, la corona británica culminó el proceso de colonización. Con el país bajo dominio inglés, las exportaciones de cerveza desde el Reino Unido crecieron hasta alcanzar cifras millonarias. Por ese entonces, uno de los estilos populares en Inglaterra era la Pale Ale, una cerveza rojiza clara, que competía con otras más oscuras como la reconocida Porter. Esta Pale Ale resultó no ser una gran cerveza para que la transportaran en barco por seis meses bajo el sol oceánico, por lo que gradualmente comenzaron a subirle el nivel de alcohol y la presencia de lúpulo, la flor que saboriza y sirve como conservante. Esa Pale Ale, fuerte y extralupulada, marca el nacimiento y la característica principal de las IPA.
PAGE 24 – Reserve Hildegarte
Hildegarda de Bingen, fue una mujer del valle del río Rhin (ahora Alemania), que con el tiempo se convirtió en el fundadora de un convento, una teóloga y filósofa, una compositora musical, una científica y sanadora, un pionera de la medicina holística, y, más o menos, la progenitor del movimiento de liberación de las mujeres. Tiempo atrás, en el 12 dC siglo, un momento en que las mujeres eran consideradas como poco más que la propiedad, casi nunca educado, y por lo general no saben leer ni escribir, Hildegard dio consejo a papas y reyes, y produjo muchas obras importantes en una variedad de disciplinas . Ella es considerada por muchos como el primer escritor que describió el orgasmo femenino.
Las cervezas Reserva Hildegarde, una rubia y una Ambrée, son un tributo especial a Hildegarda de Bingen, que vivio y amo al lúpulo hace más de 800 años – mucho antes de que fueran tan populares. Así se creo lo que los fabricantes de cerveza de St. Germain llaman ‘B. G.’ y una variedad menos conocida llamada Strisselspalt, ambas cultivados en el norte de Francia, son un poco más fuertes que las otras cervezas de St. Germain.
GALLAECIA CELTA – Reserva
Otro caso parecido es el de las cervezas gallegas Gallaecia Celta de Santiago de Compostela elaboradas por Enerdrinks Noroeste S.L.. Estas sí que van de artesanas a diferencia de Brabante y Molí Balear que no hablan de ello. Sobre este punto no tenemos información y no podemos valorarlo. Podemos apuntar tajantemente que las 6 variedades de esta marca no se fabrican en Galicia. Cuando la cerveza que estás bebiendo indica que está hecho en la Unión Europea y nada más, es que no tiene ningún tipo de interés en que el consumidor sepa donde ha sido producida. En este caso en vez de hablar de Bélgica, en su historia que va difundiendo por internet habla de las bondades de la cerveza hecha en la República Checa. Por tanto, nos inclinamos por esta opción sin temor a equivocarnos. Entre sus planes a corto plazo también comentan su intención de construir una fábrica en Pontevedra para fabricar sus Gallaecia Celta por fin en su supuesto lugar de origen. Y es que la tierra tira mucho. Por eso muchos gallegos compran Gallaecia Celta, sin saber que en realidad están bebiendo cerveza checa (o alemana, mirad en el código de barras: 859 República Checa, 400-440 Alemania y 54 Bélgica & Luxemburgo).
Es curioso leer lo que van difundiendo en internet: “Gallaecia Celta é unha homenaxe ao espírito da bravura Celta. O espírito sobrevivinte ao asedio nos montes e sempre vivo a través dos tempos.” Un homenaje internacional y bonito de veras. Quizás se refieran a que hace falta mucha bravura para ir a hacer cerveza con los Checos y venderlas como gallegas, ¿Quién sabe?
Victor Ausejo y Nacho Iturriaga
Que decir de nuestros 2 compañeros de penurias, también participaron con sus creaciones cerveceras.
Para Victor la primera cerveza que elaboraba tirando del manual al pie de la letra.
Para Nacho una más de sus múltiples experiencias cerveceras.
Los resultados en consonancia con lo escrito.
La experiencia es un grado.
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